a propuesta del Parlamento Europeo es fijar un precio máximo de 40 céntimos por minuto cuando el viajero llama desde el extranjero y de 15 céntimos cuando recibe la llamada. La oferta de las compañías, que dicen haber bajado los precios un 25% en los últimos dos años, es fijar en 65 céntimos la llamada y en 15 céntimos la recepción.
La propuesta comunitaria, que puede entrar en vigor en junio, perjudicará especialmente a las compañías de los países receptores de turistas como España, Italia y Francia, cuyos reguladores se han opuesto radicalmente a las nuevas tarifas.
La asociación GSM critica también que muchos abonados que cuentan con tarifas especiales de roaming (como los de Movistar y Vodafone) tendrán que renunciar a esos precios en favor de los regulados. En nuestra opinión esta medida no se debería de aplicar solo en las llamadas al extranjero, sino que también en las llamadas nacionales. Para mas información pincha aqui.